Almócita

 

A unos 50 kmx del área hotelera de la ciudad de Almería se encuentra la población de Almócita,  situada entre Sierra Nevada y la Sierra de Gádor. Su término municipal está incluido en el Parque Natural de Sierra Nevada, dentro de la Alpujarra Almeriense, a una altitud de 835 metros sobre el nivel del mar. A finales del año 2020 contaba con una población de 176 habitantes. 

¿Qué podemos ver? 

En Almócita conserva su arquitectura urbana de origen árabe en sus calles, conservando aún la Judería en el Barrio Bajo, con sus habitáculos en ruinas de gran valor. Este lugar encierra en su casco urbano la arquitectura morisca mejor conservada de la provincia. 

A nuestra llegada, a las afueras de la población los que primero que nos va a sorprender es el Candil Más grande del mundo.  Se trata de un magnífico candil de acero, 20 veces más grande que uno tradicional. Con una capacidad de 650 litros, 3,25 metros de alto, 2,45 de largo y 1,06 de ancho, una pieza que fue elaborada por el artesano Paco García. A su lado nos encontramos con a la balsa de las Espeñuelas  una de tantas instalaciones hidráulicas más antiguas de La Alpujarra. En realidad, estamos ante un aljibe que podemos remontar a época nazarí, que servía de depósito de agua para la fuente contigua.  

También en la población nos encontramos con otra antigua fuente, que se reformó en época cristiana y se denomina Pilar o Fuente de los Tres Caños. Construida con piedra de cantería, el frontal presenta dos caños, que salen de curiosos mascarones zoomorfos en relieve, y un tercero de mayores dimensiones para el abrevadero de ganado, diferenciando claramente ambos usos. 

Cuando recorramos sus calles también nos sorprenderá que en las fachadas de sus viviendas se ha serigrafiado poesías. En nuestro paseo visitamos calles como San Pedro, en los barrios más tradicionales de Almócita, donde el intrincado trazado de sus calles nos muestra su origen hispanomusulmán. 

Seguimos nuestro recorrido hasta de la Placetilla de Los Polos, y desde ahí hasta las recién restauradas grandes eras comunitarias de la población, que nos permiten, además, disfrutar de un espectacular mirador al valle y las cercanas sierras. Denominadas de las Hazas y el Mirador. 

Este conjunto está formado por dos eras de trillar escalonadas, con suelo empedrado con cantos, que constituían el punto de partida de la sencilla cadena agroindustrial de transformación del trigo hasta poder disponer de pan y dulces. Las eras se situaban en lugares ventilados, como lomas y collados, disponiendo de una pequeña pendiente para evitar el encharcamiento y rodeados de un pequeño murete de contención del relleno de tierra y para evitar el excesivo viento rasante. Hace tiempo cayeron en desuso, pero su ubicación estratégica les permite constituir unos excelentes miradores. 

Regresaremos al pueblo para llegar al camino del Escurrizo y desde ahí hasta el Barrio de la Judería. Compuesto por una intrincada trama de casas encaladas y calles estrechas y serpenteantes nos recuerdan el pasado musulmán de la población. En el espacio relativamente segregado y recóndito de este amplio adarve en forma de barrio, se considera que vivían los judíos que fueron obligados a la conversión o salida de nuestro país en 1492, en una época de intransigencia y obligada unidad religiosa. La estrella de David trazada en el pavimento evoca la tolerancia entre los seres humanos. 

Podemos seguir nuestro camino hacia la Plaza de La Libertad, con su singular escultura. Se trata de una plaza rectangular, de piso levemente inclinado en relación al espacio central nivelado y levemente sobre elevado. Acotado este último espacio por una baranda, de nueva factura y algunos elementos de jardinería. En el centro, una fuente decorativa moderna, construida en mampostería. Las viviendas del entorno son, en su mayor parte de nueva construcción, aunque sin plantear una excesiva ruptura con el entorno. 

En una esquina de ella se encuentra la iglesia parroquial de Ntra. Sra de la Misericordia, de estilo mudéjar,  esta realizada en piedra de cantería de gran calidad, alternando con cajones de mampostería y por sus ventanas con vanos de medio punto iluminan su interior. La nave carece de cubierta y se utiliza como jardín, estando reservado el espacio para el culto a la capilla mayor.

Estas visitas pueden formar parte de un recorrido más amplio por la zona, como pueden ser las poblaciones de: Fondón, Padules, Canjayar,  y otras muchas de las Alpujarras en su vertiente almeriense..  

Podemos seguir Indaleando, para ello puedes enviar un mensaje desde la página de Contacto, y  se informará sobre los posibles sobre los servicios de guía, en fin de semana, que se pueden ofrecen.